viernes, 6 de noviembre de 2009

Operaciones

Siempre que estoy esperando para entrar en la consulta de un médico, aunque sea para una revisión rutinaria como la de hoy, no puedo evitar recordar la única intervención quirúrgica que, hasta la fecha y toco madera, tuve. Tenía seis años y continuas infecciones de garganta cada pocas semanas, por lo que mis padres, aconsejados por varios médicos, decidieron que debían quitarme las anginas. No recuerdo el mes, pero sí que era un día claro y soleado, posiblemente un día de primavera. Mi madre me vistió impecablemente, como solía hacer, y nos fuimos los tres a la consulta de aquel médico privado, que, al parecer, era toda una eminencia en su ramo. A los pocos minutos, ya en aquella sala que al recordarla ahora me evoca más a una de esas frías habitaciones donde diseccionan a los cadáveres en las series de televisión americanas que a una consulta normal y corriente, estaba sentado en el cuello de una enfermera vestida de blanco de la cabeza a los pies, con un ridículo gorrito a modo de cofia incluído. El propio médico ató mi cuerpo al de la enfermera. Literalmente. Y comenzó la operación. Recuerdo vivamente aquella especie de cuchara helada entrando por mi boca, las manos del médico -grandes y huesudas- en mi cara, la presencia de mis padres, que estaban allí también, los ojos de mi madre apoyándome, y ya no recuerdo más. Quizá me quedé dormido. Pero el pavor a los médicos, el rechazo absoluto a pisar una consulta, que duró bastantes años, comenzó, sin duda, ahí, atado al cuerpo de aquella chica rubia, vestida toda de blanco, como una especie de liturgia sadomasoquista. Lo único positivo de aquella terrible experiencia, si es que alguna hubo, fue el hecho de que, para curarme, debía de tomar todas las tardes un helado de vainilla para merendar. Y el hecho, claro, de que durante unos cuantos días me podía quedar en casa, con mi madre y mi hermana recién nacida, como era mi deseo, leyendo todos los libros que me regalaban por haber sido tan valiente en aquella impresionante carnicería.

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