sábado, 26 de febrero de 2022

Licorice Pizza

Dos horas en las que consigues evadirte de la realidad. Volver a tu propia juventud. Recordar los primeros deseos, los primeros besos, los primeros cigarrillos. Cuando el tiempo no contaba y todo podía ser posible. Alana Haim y Cooper Hoffman están muy bien. Se les augura un buen futuro, si tienen suerte. Y siempre tiene su punto ver a Sean Penn y a Tom Waits. 

Sales del cine con buen rollo y con toda esa buena música en la cabeza. 

viernes, 25 de febrero de 2022

Una maleta

Les dijeron que metiesen cuatro cosas en una maleta. Lo imprescindible. Con ella, cuando saltasen las alarmas, deberían abandonar sus casas y refugiarse en los puntos acordados, más o menos seguros. Y ahora, cuando me levanto, cinco de la mañana (hora española), y echo un vistazo al periódico puedo verlos en un vídeo en directo. Personas de diferentes edades refugiadas en una estación de metro. Algunas de ellas, y esto añade un detalle más conmovedor si cabe al asunto, con la mascarilla puesta. Mascarillas decoloradas, mascarillas que cubren o no cubren la nariz. La línea del horror continúa, se acrecienta. Miedo a perder la salud y, ahora, miedo a perder la vida. Casi de un día para otro. Sin contemplaciones. Por la decisión de un hombre que está sentado en una confortable mesa de mando. Esas personas no hablan. Todo el mundo permanece en silencio en esa estación de metro que me recuerda a las estaciones de metro que conocí cuando estuve en Austria y en Alemania. Esas personas, en silencio y muy asustadas. Los rostros, con mascarilla o sin ella, no pueden ocultarlo. Ese tramo del vídeo dura poco, afortunadamente. Resulta casi impúdico a mis ojos. Con una impudicia similar a la que se podríamos sentir si descubriésemos a alguna persona desconocida en el baño o en la cama con su pareja. Me alivia que ese tramo del vídeo dure poco. No hubiese resistido mucho más tiempo. Parece una película, sí. Pero no se trata de una película. Es la cruda realidad. Cruda, extraña, casi indescriptible realidad. A unas horas de vuelo de nuestras casas. A las cinco y pico ya de la mañana, hora española. Avanzando el siglo XXI. 

jueves, 24 de febrero de 2022

Mi abuela paterna y la guerra

Mi abuela paterna decía que prefería morir que volver a vivir otra guerra. También decía, ya convertida en una anciana, que aquellos sonidos nunca habían desaparecido de su cabeza. Aquellos sonidos y aquellos paisajes, murmuraba. El hambre, la impotencia, el frío y el miedo. Aún era pequeño y poco sabía del mundo cuando decía esas palabras, pero las recuerdo a menudo. Son palabras que se quedan grabadas en la memoria. Mi abuela murió en 1989. Yo tengo hoy 50 años y sé más cosas del mundo de las que me gustaría saber. Mujeres (y hombres) con más estudios que mi abuela expresaron cosas similares en sus libros. Sobre guerras cercanas y guerras lejanas (que nunca lo son tanto). Yo las he leído. Y releído, en algunos casos. Pero esta mañana triste vuelvo a recordar a mi abuela paterna, sentada debajo de aquella higuera, expresando sus pensamientos. Su carácter y su fortaleza le impedían llorar, pero hay veces que el cuerpo va a su aire, aislado por completo de tus propios deseos.  

domingo, 20 de febrero de 2022

Hospital

Estoy sentado en un banco de una de las áreas de espera del nuevo hospital. La mujer a la que acompaño ha entrado por una de esas puertas. Aunque llevo un libro y un cuaderno en la bolsa, no me apetece leer ni anotar nada. Observo a la gente que está a mi alrededor. Una mujer embarazada de unos cuarenta años y su padre que no deja de protestar, una pareja de ancianos nerviosos y un tanto despistados, una monja que ni la mascarilla logra ocultar su cara de pocos amigos. De otra de las puertas, sale un enfermero (supongo que es un enfermero) y llama a una mujer y a un hombre. Lorena y Luis Manuel. Ninguno de los dos está presente. Desaparece por la misma puerta y vuelve a aparecer a los cinco minutos. Repite los nombres: Lorena y Luis Manuel. Ni rastro de Luis Manuel, pero Lorena, una chica joven, parece que ha llegado. Se levanta, acelerada, y se acerca al enfermero. Pasa detrás de él. Lorena. ¿Y si esa mujer joven no es realmente Lorena? ¿Si se trata de una impostora? ¿De alguien que quiere cambiar con todo lo anterior, apropiarse de la vida de otra persona? Me hago estas preguntas, aunque ya sé que todo suena un poco a esos escritores para los que el azar resulta imprescindible. Pero quiero divagar, imaginar el principio de un relato. Los hospitales, si no quieres pensar demasiado, son buenos lugares para eso. Me pregunto también: ¿Y si esa mujer joven es la amante del enfermero? ¿Y si Lorena no existe y es solo una contraseña que tienen pactada entre ambos? Quizá estén acordando una cita para esta noche, lejos de aquí. Unas palabras rápidas, unos besos fugaces. Cierta impaciencia. 


jueves, 10 de febrero de 2022

Jessica Chastain

Me parece extraordinario lo que Jessica Chastain hace en 'Secretos de un matrimonio'. Cada gesto, cada movimiento, cada palabra, cada mirada, cada silencio. La manera de coger una copa de vino, de apartarse el pelo, de enfrentarse a su pareja. Un papel que solo una gran actriz puede sacar adelante de esa forma. 

La interpretación en 'Los ojos de Tammy Faye' es correcta, sin más. No me emociona en ningún momento. Le darán el Oscar porque ya va siendo hora y porque a la Academia le gustan mucho este tipo de trabajos, pero será, como tantas veces, un premio para reparar injusticias. Una lástima.