lunes, 30 de enero de 2012

Pilar Bardem

La primera vez que cené en la Bardemcilla, el bar que tiene la familia Bardem cerca de Chueca, escribí en la pizarra que tienen en el cuarto de baño para que la gente deje allí sus mensajes: Pilar Bardem, pedazo de cómica, te admiramos. Luego, regresé a la mesa y cenamos tranquilamente, en un ambiente acogedor, rodeados de carteles de película y de fotografías de toda la familia, sobre todo de Javier, tomadas en diferentes rodajes y promociones. Como la mayoría de los que ahora tenemos cuarenta años, descubrí a Pilar gracias a aquella brutal intervención que tenía en la película de Enrique Urbizu, "Todo por la pasta". A partir de ahí, no me perdí ninguno de los trabajos que fue realizando a lo largo de todos estos años. Veinte años, nada más y nada menos, han pasado desde entonces: qué vértigo. Me quedaría con varios de esos trabajos: la esposa de "Siete mil días juntos", del genio Fernán-Gómez; la breve y jugosa intervención en "Carne trémula", de Almodóvar; la mujer que interpreta en la deliciosa "La vida empieza hoy", de Laura Mañá (y también me quedo con el abrazo en el que se fundieron Pilar y Sonsoles Benedicto cuando a esta última le dieron el premio de la Unión de Actores por esa misma película); y, claro, con su papel en "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", de Díaz Yanes. Un personaje por el que ya está en la historia del cine español con letras mayúsculas. El duelo entre ella y Victoria Abril en esa cinta, debería de ser asignatura obligada en cualquier escuela de cine o, sin escuela, debería de ser revisada una vez al año por todo aquel, mujer u hombre, que se quiera dedicar a la interpretación. Premio Goya, por supuesto, y no sé cuántos más. Sí, Pilar encarna a la perfección la dignidad de las mujeres, de muchas mujeres a las que la vida no les dió la oportunidad que se merecían. Mujeres luchadoras, supervivientes, con tantas heridas como dignidad: ésas son las mujeres que Pilar, la Bardem, sabe interpretar gloriosamente. Quizá porque pone algo de ella en esas mujeres a las que interpreta con mimo y orgullo. Quizá porque también les ofrece parte de sus reivindicaciones personales, la lucha por un mundo más justo, que la esperanza es lo último que debemos perder y más en estos tiempos terribles. Pilar, por méritos propios, es una mujer muy respetada en el cine español. Y bien conocidas son sus posturas políticas. En estos años, le pusieron una calle en Sevilla, donde nació. Y ahora van y se la quitan porque el partido que gobierna es otro y no es afín a las ideas políticas de la actriz. Hombre, no, señores, un poco de seriedad. No podemos estar cambiando los nombres de las calles constantemente. Si ahora gana un partido, pone a los suyos. Si dentro de cuatro años ganan los otros, se rectifica el nombre. No es serio. Diría más: es bastante cutre. Supongo que se pone el nombre de un personaje relevante a una calle por los méritos que haya hecho. Y los de Pilar Bardem son incuestionables, desde luego. Se valora su arte, su talento, su modo de interpretar. Y como tal se la admira y se le dedican homenajes. La postura política, sea la que sea (lo mismo diría si un gobierno de izquierdas decidiese quitarle una calle a Nati Mistral, otro pedazo de actriz, cuyas ideas políticas son totalmente contrarias a las de la Bardem), no debería de influir a la hora de tomar las decisiones de ahora sí, ahora no. Hay que ser un poco más serios, ya digo, y más maduros. Y, sobre todo, respetuosos con una mujer que se ha ganado por méritos propios el nombre de esa calle, de cualquier calle, gobierne quien gobierne, que esto no es un juego de patio de colegio. O no debería de serlo.

1 comentario:

  1. Personalmente para mí, Pilar Bardem es toda una institución y un ejemplo a seguir en muchos aspectos. Una mujer limpia de ideas y consecuente con sus ideales hasta el final de sus días. Recuerdo como la humillaron a ella y a Javier en la manifestación que hubo en Madrid tras los atentados del 11-M, y con que dignidad ambos, trataban de hacer razonar a un grupo de reaccionarios que les inculpaban junto a la Cadena SER. Pilar dejará el legado de sus interpretaciones magistrales, pero también, deja como persona un grandisimo sentimiento de admiración. Mi más humilde reconocimiento a esta dama de la escena. GRANDE.

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