Nos conocimos en la librería Aldebarán, donde trabajé durante casi cuatro años. Marian vivía en uno de los edificios cercanos y entraba a menudo para preguntarme por libros para ella, para sus hijas, para regalar a su madre (qué estupenda, la madre de Marian, con su fortaleza y ese punto racial que a veces me recuerda a la mismísima Lola Flores), a una amiga o a alguna de sus hermanas. Estaba casada desde hacía muchos años. Un matrimonio convencional, a la vieja usanza, como tantos otros. Pasaba a todas horas por delante de la librería: que si ahora voy a tomar un café, que si voy a llevar a las niñas al colegio, que si tengo que sacar a Kenia (una perra tan inquieta como su dueña). Enseguida, pese a los mundos que nos separaban, conectamos. A Marian le hacía gracia mi sentido del humor, la naturalidad con la que lo veía todo. Vive y deja vivir, ése sigue siendo mi lema. A veces, para escandalizarla, llamaba a las cosas por su nombre, exageraba algunas situaciones, y ella se reía con esa risa un poco nerviosa que aún tienen algunas mujeres que estudiaron en colegios de monjas cuando alguien habla de sexo -un suponer- abiertamente. Por entonces yo llevaba el pelo largo. Y ella me decía: no te cortes nunca el pelo. Los meses fueron pasando, seguíamos hablando de esto y de lo otro y, en una de aquellas tardes, me corté el pelo. Ah, los cambios: qué necesarios de vez en cuando. Pero Marian no me dijo nada. Hacía tiempo que no la veía. Y cuando volví a hacerlo aquel carácter alegre, pizpireto y dicharachero había desaparecido. Seguía conservando su estilo de siempre, pero su mirada se había oscurecido. Acababa de separarse. Su marido se había marchado con otra chica. Cosas que pasan. Marian estaba destrozada: aquello no entraba en sus planes de boda por la iglesia y para toda la vida. Pasó unos meses malos, muy malos. La vida, cuando te sorprende con un vuelco inesperado, puede convertirse en algo muy cruel. Sacó fuerzas de donde no las tenía y siguió su camino, siempre al lado de sus hijas. Había días, cuando pasaba por la librería, en los que volvían a hacerle gracias las cosas. Conseguía arrancarle alguna sonrisa. La animaba a salir, a conocer gente nueva. Los cambios tienen que venir acompañados de todas sus consecuencias. En casa, en situaciones así, no se hace nada, le recordaba. Ponte unos zapatos nuevos y a la calle. Conoció a gente y muchas cosas cambiaron en su modo de pensar. Había más mundos que los mundos convencionales. Y estaban allí, en el día y, sobretodo, en la noche: tampoco había que irse demasiado lejos. Salió, bailó y se rió. Tropezó, claro, algunas veces, ¿quién no lo hace? Al poco tiempo, conoció a un chico, empezaron a salir así como el que no quiere la cosa, tres años hace ya de eso. El viernes de la semana pasada se casaron en el juzgado. Y brindamos hasta bien entrada la madrugada por ello. También recordamos aquel tiempo, los malos tiempos, y nos reímos, sobretodo se rió ella, con una risa luminosa, sosegada (mucho más luminosa y sosegada que otras veces), como si aquella vida perteneciese ya a otra persona que no tenía nada que ver con ella. Y me lo dijo, sí, una vez más, bien claro: no te cortes el pelo.
Marian es el ejemplo de que la vida te da segundas oportunidades, segundas oportunidades para ser feliz o al menos, para buscar esa felicidad que sin duda nos merecemos todos. Marian es el ejemplo de que la tristeza debe permanecer el tiempo justo con nosotros. Marian es el ejemplo de una educación, pero también de una ruptura con lo establecido en busca de lo justo, lo justo para ella desde su nuevo punto de partida.
ResponderEliminarMarian es un ejemplo de mujer, otro más...Qué envidia me da esta mujer...
Adoro este tema por la cantidad de temas que se tratan. No sé, pues yo ahora de cara al verano soy más partidaria del pelo corto, por la comodidad más que nada. De todas formas tú seguro que estás guapo de cualquier manera: con el pelo largo, con el pelo corto o incluso sin pelo. Un besazo
ResponderEliminarOvidio, tu no te cortes nada, llama a las cosas por su nombre, como siempre, dando la cara, diciendo esto y lo otro de la vida de tus personajes literarios, para que sirvan de ejemplo no sólo en la pequeña ciudad en la que vives, si no en cualquier lugar del mundo, con ese punto racial a lo Lola Flores que tu también tienes. Felicidades a Marian y a su marido por tener su boda y por tener un amigo como tu. Qué suerte!
ResponderEliminarTengo una amiga rumana que acaba de separarse, a la que le gusta escribir relatos, pero que necesita mucho empuje exterior para hacerlo; me gustaría recomendarle tu blog, pero me temo que la lengua es un inconveniente importante, aunque ella habla y entiende bien español. ?conocen algún blog parecido en lengua rumana que puedan recomendarme? Gracias (y perdonen por la rareza de mi pregunta).
ResponderEliminarToni Sanz
Ay Ovidio, eres un buen amigo, uno capaz de curar la tristeza del alma, eres como un chamán limpiando chacras y todo con tu positivismo y tu buena literatura. Qué maravilla, qué don. Qué bonito, quien fuera Marian para tenerte cerca en un momento así o en cualquier momento. Cada día conozco algo nuevo de ti y cada día me gustas más, las cosas por su nombre. El mío es Andrei. Gracias.
ResponderEliminarCon unas rastas en la nuca seria súper cool.
ResponderEliminarBicos!
Que suerte tiene Marian y que contenta tiene que estar al verse aquí retratada por tus dulces palabras. Mágnífico regalo de bodas. Yo también tengo una amiga gitana y se lo dficil que es moverse en mundos tan reglados y extrictos. Les deseo mucha suerte a los novios para salir adelante entre tanto prejuicio. Como dice lola sabiamente "el dolor, solo lo justo".
ResponderEliminarY a cortarse el pelo que llega el verano
Nacer, comer, dormir, jugar,crecer, aprender, leer, amar, reír gozar, brindar, tropezar, llorar, rezar, sufrir, bailar, amar...VIVIR
ResponderEliminarHola a todos. No sé muy bien cómo hacer para publicar los comentarios en este blog. Como decía en otro tengo 58 años, 1,67 de estatura, vivo en un precioso pueblo de la Rioja y soy prejubilado bancario y viudo desde hace un par de meses. Mis tres hijos ya no viven conmigo y a veces me siento un poco solo. Me parece que sois todos una gente estupenda y justo hoy el tema central son las segundas oportunidades. Me gustan la literatura, el cine y viajar. Un saludo a todos y mi más sincera felicitación a Ovidio por sus talentos.
ResponderEliminarLUCIANO
Hola Ovidio, soy Luciano de la Rioja. No entiendo por qué no salen publicados mis mensajes. No quiero molestar a nadie, si escribí algo incorrecto no era mi intención. Yo solo quería unirme a este grupo tan sincero y abierto porque estoy un poco solo. Hablaba algo de mi para que me conocierais mejor. Seguiré intentándolo hasta hacerlo bien.
ResponderEliminarBueeeeenos días,
ResponderEliminarque gusto da despertarse con un tema tan bonito, tema tantas veces retratado en la literatura y en la opera (adoro a Puccini): La Traviata, Tosca, Norma, Rigoletto… Siempre esa heroína que se escapa del corse de los convencionalismos sociales y te hace soñar y soñar. Magnífica exposición por tu parte Ovidio.
Que internacional se está volviendo esto. Pues yo escribo desde Villafría (Oviedo) y soy ídolo del blog.
ResponderEliminarFelicidades Ovidio.
No te conozco pero por la elogiosas y cariñosas palabras tienes que ser una chica estupenda. Ya quisieran muchas novias contar con un bardo como el señor Paredes que las inmortalice de una manera tan bella. Le deseo muchos años de felicidad a los novios y a Ovidio que el merecido reconocimiento le llegue pronto.
ResponderEliminarOvidio eres un fenómeno, vuelves loca a la gente. Que cantidad de fans, de seguidores, Felicidades
ResponderEliminarHermosa palabra la de bardo, Ramón, para designar al poeta heróico o lírico de cualquier época o país, y hermosa palabra para dirigirse a este bardial, caldo de cultivo de tanto literato.
ResponderEliminarHola Toni ¿Dónde vive tu amiga rumana? A mi me gusta mucho aprender idiomas, dicen que el rumano es muy parecido al español. Por lo que he leído en Rumania hay unos monasterios ortodoxos únicos en el mundo. Debe ser un país bien bonito.
ResponderEliminarLUCIANO
I say a little prayer for you
ResponderEliminarMe dicen que en España los matrimonios duran dias, semanas incluso. Me gustaría mucho estar con ustedes en su matrimonio.hermoso el texto. Muchas congratulaciones
ResponderEliminarHola Lucio. Pues la verdad que yo nunca he ido a Rumania, si te soy sincero nunca salí de Torrejón de Ardoz que es mi ciudad.
ResponderEliminarToni
Hola,,
ResponderEliminarsoy Marian.
le doy las gracias a Ovidio y pienso en la amistad.. Y en los libros ,,, que nos presentaron un día en la librería donde trabajaba.. ,,después pasaron cosas,, es la vida.
Ovidio me escuchó,, y yo estaba predispuesta a la Comunicaciòn , no tanto a hablar ,, que sí y mucho, como toda mi vida,, sino a hablar y a esuchar,, y sobre todo,, a aprender.
porque era una ignorante de la vida,, no es que ahora me las de de sabia,, pero por lo menos,, ya sé que.. Mañana todo puede cambiar.
Antes no lo sabía,,,,,, y ahora me cuesta hacerlo entender a algunas personas de mi entorno,, buenísimas,, pero aferradas a cuestiones domésticas que no las dejan ser felices,,. Y ahí voy yo,, como un día Ovidio conmigo, con mi slogan de Carpe Diem,, titular de una artículo de magazine de fin de semana,, pero apoyado en la experiencia real,, que ya sabemos que cuesta,, que ya sabemos que la cosa está muy mal,, que ya sabemos lo que sufrimos para llegar a fin de mes,, para pagar la ortodoncia de la niña,,o para la cuota del coche,, que lo sé,,lo padezco,, lo vivo,, y por eso jamás frivolizaria con algo tan importante,,,.
Pero,, digo desde aquí a quien me quiera oir,, que siempre hay un lugar para alguien que se siente solo,, siempre se sacan cuatro euros para dos cañas dejando la mente relajada entre músicas y gritos ,, en un bar de barrio y rodeado de gentes diferentes.
Porque siempre se puede sacar un momento en el día para ir a correr por ahí,, o a caminar,, siempre hay un buen momento para llamar a tu amiga , a tu amigo , a tu hermano,, no te preocupes ,, no pasa nada,, coge el teléfono ,, marca el número,, y cuando oigas al otro lado la voz,, sólo tienes que decir: Soy yo,, me gustaría verte, hablar, tomar algo...... NO ESTOY BIEN.
ya llegará el día ,, los días,, en que como nos ha pasado a todos,, como relata Ovidio entre ficción y realidad,, quien sabe????? otro día haya en que llames ,, y al preguntar,, digas: Soy yo,, te tengo que contar,, soy feliz,, he conocido a alguien ,, ha sido muy divertido,,mira,, escucha ,,, yo venía de la playa............................................................................................................................................................ Gracias a la AMISTAD !!!!!!!! Y A LOS QUE SON TAN POCO EGOISTAS QUE ESCUCHAN ,, Y A LOS QUE SABEMOS QUE MAÑANA TODO PUEDE CAMBIAR....................................................................
PEDIDO SOLIDARIO
ResponderEliminarHola! Soy madrina de una escuelita rural de la provincia del Chaco, Argentina. Los alumnos de esta escuelita no tienen diarios, ni revistas, ni televisión, ni computador y mucho menos celular. Y es por eso que estamos armando un rincón de lectura, para el cual necesitamos de su colaboración. Disculpen las molestias y los saludo atentamente esperando una respuesta favorable. Muchísimas gracias! Todos los chicos estarán muy agradecidos!
Ostras, Marian, que chula tu entrada también y de nuevo, qué razón tienes. Todavía lo hablaba hoy con una amiga que no está muy bien de salud: Vive la vida, sal, comprate un capricho, hazte un regalo y si no puedes, sientate en un banco y disfruta del sol, mira a la gente que pasea, tanta gente diferente a nuestro alrededor.
ResponderEliminarHaz esa llamada que tienes pendiente desde hace tanto tiempo y habla, habla hasta darte la vuelta como un calcetín o escucha porque quizás es lo que necesitas, escuchar para ver que lo tuyo tiene remedio y no es tan grave.
Yo también conocí a Ovidio en una librería hablando de libros,... al final en esta pequeña ciudad de provincia todos tenemos las mismas historias que contar...
Hola Marian, muchas felicidades por esta segunda oportunidad que te da la vida, por esta oportunidad que tanto te mereces por haber luchado por ella, por tener un amigo tan maravilloso que escribe estas cosas sobre ti, por tener el valor de volver a empezar y venir aquí a contarlo. A ver si bea tiene razón y yo también puedo contar mi historia con el mismo final feliz
ResponderEliminar<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Hola pedido solitario ¿cómo poder hacer para colaborar con ese rincón de lectura? Me parece una idea maravillosa, aunque hay algunas cosas que no tengo muy claras: ¿los niños leen el extraño libro? Hay algunos pasajes que ciertamente son muy recomendables, como por ejemplo "miedo a los animales" -siempre que se suprimiese la recomendación de beber vino para vencer los temores- pero otros sin embargo quizás son un poco conplicados de entender para esas mentes inocentes. Me encantaría que contaras más cosas sobre esa escuelita.
ResponderEliminarEl studio 54 de los blogs
ResponderEliminarNo sé, Cuqui, a mi no me parece que este blog sea como muy para niños. Por ejemplo, el otro día aunque hablara de muñecas... eso tampoco quiere decir que sea para niños, osea, que es como más maduro y más para adultos...¿o no?
ResponderEliminarQuiero comentarles que navegando me encontré con esta página que para mí ya es el inicio de un contacto maravilloso. Soy un periodisa mexicano que trabaja en Veracruz y soy amante de la literatura, aunque reconozco que soy un aprendiz de lector. A eso aspiro, a ser un buen lector de textos literarios y por eso me atrevo a escribirle sñor Oviedo, para que usted sea como la tablita que me permita naufragar en el mar de las letras.
ResponderEliminarRosauro H.P.
Los 5 de Michigan:
ResponderEliminarWow!! Nos dejaste anonadados!! Completamente!!... Si bien dicen que las cosas que más ignoramos son las más obvias...
Aún no asimilamos la intensidad de los sentimientos que se pueden percibir y recibir en un blog como este...
FELICIDADES por tu trabajo y la escritura tan exquisita! No podemos prometerle no plagiar la plantisha esta vez.
Dios lo bendiga.
¡Hola Cuqui!
ResponderEliminarEn ciertas ocasiones el vino, un buen vino -y siempre tomado con moderación- puede contribuir a infundir algo de valor en quien lo toma. Si vienes por Alberite podíamos reunirnos para probar los buenos caldos de esta zona y leer algún capítulo del libro. Uno de mis preferidos es Grand Central Station, siempre que lo leo acabo llorando.
Un saludo.
Luciano
Vos, sos vos, sos como sos y así tenés que seguir!
ResponderEliminarY tenés amigos que te quieren tal cual sos...
En esos (me incluyo)...
Me encantás... Más allá de por fuera, me encantás por dentro.
Y ojalá eso crezca!
Anneta
Belo! Simplesmente belo!
ResponderEliminarUm assunto que tem a ver com todos nós, em todas as linguas, para todas as idades e para todos os tempos. Muito comovente, muito doce.
Parabéns para você, Ovidio.