viernes, 20 de marzo de 2020

Aplausos y silencios

Me parece bien abrir las ventanas y aplaudir a unas personas que están haciendo un trabajo digno de todo elogio. Es emocionante, cada noche, ese sonido que rompe tanto silencio, tanta incertidumbre. Pero, sinceramente, no veo que sean días para caceroladas, sean contra quienes sean y por merecidas que puedan parecernos. Creo que es un tiempo de angustia y también debería serlo de reflexión. Y de agarrarse a lo positivo. A todo lo positivo que vaya surgiendo en medio de toda esta inesperada situación, de este golpe bajo y sucio que nos están dando. Ya habrá tiempo de manifestarnos contra todo eso que no nos gusta. Con cacerolas, manifestaciones en las calles y lo que sea necesario. Como siempre hemos hecho. 
E insisto: no estoy defendiendo a nadie. Sólo quiero, al abrir la ventana de mi casa, un poco de esa tranquilidad que, por momentos, nos están arrancando de cuajo. 
Prefiero el aplauso y si no, el silencio. Por ahora. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario