jueves, 3 de abril de 2014

La aflicción de María

Sé que es difícil, pero olvidémonos del Papa, de Rouco Varela, de toda la jerarquía eclesiástica. Y centrémonos en la historia de Jesús (real o ficticia: aquí cada cual tendrá su opinión) y en la de su madre, María. En su figura basa su nuevo texto el gran escritor Colm Tóibín, "El testamento de María". La mujer, ya anciana, recuerda a su hijo: cómo vivió, cómo murió. Y sufre, recluida en sus pensamientos, por ello: por el propio sufrimiento de su hijo, por su destino final. El texto es una especie de extenso y poético monólogo. No en vano, pese a su duración y la dificultad para la actriz que lo lleve a cabo, pronto se representará en Broadway. Vanessa Redgrave -sin duda, muy adecuada para dar vida al personaje- rechazó el papel ante la complicación de memorizar tal cantidad de palabras. Y, al leerlo, varios nombres de actrices españolas han venido a mi cabeza para representarlo. Charo López, Terele Pávez, Julia Gutiérrez Caba, Nuria Espert... (Después de ver a Nuria en la complicadísima interpretación de"La violación de Lucrecia", creo que puedo verla en cualquier papel). Tiene hondura y poesía, pese a su sencillez. Como toda la obra del escritor irlandés. No hace mucho hablaba en este mismo espacio de una de sus obras descatalogadas, "Crónica de la noche". Y en su momento, también lo hice con la deslumbrante "Brooklyn", ¿su obra maestra? Vamos a esperar lo que nos depara su talento. Y crucemos los dedos para que sus publicaciones lleguen más o menos puntuales a nuestro idioma.
Según iba leyendo el texto, también pensaba en la posibilidad de adaptar el texto al cine, combinando cine y teatro. Nada experimental ni pretencioso (el texto no se lo merece). Sólo eso: una combinación de cine y teatro. Ya sé que no es poca cosa y que es necesario mucho talento para llevar a buen puerto el empeño. Y me vino a la cabeza aquella película de Louis Malle, "Vania en la calle 42", tan valorada en su momento. (Hace tiempo que no la veo, pero mi recuerdo sobre ella es positivo). Una actriz preparando el papel y recitándolo: podría ser una posibilidad. El texto es complejo, pese, insisto, a su sencillez y cercanía. Belleza y complejidad. Las últimas horas de una madre recordando a su hijo. Su sufrimiento, su pasión, su angustia, su dolor, su aflicción. Hay muchos factores en juego para un buen resultado. Toca, una vez más, esperar.
Mientras tanto, quedan ese puñado de páginas, apenas poco más de cien, rebosantes de intensidad y sabiduría narrativa. "El testamento de María", de Colm Tóibín, publicado por Lumen. Historia real o ficticia (cada cual, ya saben), merece la pena leerla. A mí, por unos instantes, me devolvió uno de los pocos momentos positivos que recuerdo de aquel colegio religioso donde estudié: cuando tocaba leer o escuchar párrafos de la Biblia y la imaginación se echaba a volar. Como siempre que leo o escucho una historia bien narrada.  

1 comentario:

  1. Yo a María sólo soy capaz de imaginarla como madre, como madre amorosa preocupada por el niño que empieza a caminar, como madre que sufre cuando Jesús se pierde en la ciudad y lo encuentran en el templo, como madre doliente ante el destino de su hijo. Me imagino que tras la muerte del hijo que se pasaría el resto de su vida de duelo por la perdida, porque si hay un dolor que no tiene cura es la perdida de un hijo.

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