Un día, uno solo, después de que el Partido Popular ganara las elecciones, ha tardado en salir de nuevo el cardenal Rouco Varela a arremeter contra el matrimonio gay, una de sus prioridades y actividades favoritas. Qué falta de respeto. Sí, digo falta de respeto, con todas las palabras, y digo bien. No sólo por los gays (que ya estamos muy hartos, por cierto, pese a la costumbre de escucharle cada vez que puede arremeter contra nosotros en radios, periódicos y televisiones), sino por todos esos padres y madres, heterosexuales y creyentes la mayoría de ellos, que tienen hijos homosexuales, casados o no, y que los quieren, los aceptan y los respetan. Ya está bien. Siempre con la misma perorata, con la misma cantinela, con las mismas diatribas. Alguien tendría que decirle al cardenal que debería de respetar con las mismas dosis de respeto que reclama para sí mismo y para los suyos cuando alguien intenta arrebatarles medio milímetro de su confortable territorio. Y que debería empezar a salir en radios, periódicos y televisiones cambiando un poco su discurso, aunque sólo fuera un poco y, más que nada, por renovar, que, de cuando en cuando, no viene nada mal. Ese discurso tan rancio y obsoleto que cada vez lo está alejando más de la gente con criterio y sentido común. Ha sido largo el camino, largo y duro, hasta llegar aquí, hasta conseguir nuestros derechos, con la palabra matrimonio al frente de ellos (qué manía con la susodicha palabra, aunque me temo que la palabra, para ellos, es sólo la excusa perfecta para poner sobre la mesa eso que tanto detestan, las relaciones amorosas y sexuales entre dos personas del mismo sexo), así que debería de abandonar la cizaña y dejar de arrimar el ascua a su sardina, que sólo un día, uno solo, le ha bastado para salir a la palestra con el mismo runrún de siempre. Qué obsesión. Alguien, insisto, tendría que decírselo. Y de paso, ya puestos, que le diga también que el gobierno bastante tiene con arreglar la situación económica y con encontrar trabajo para esos cinco millones de parados que pululamos por España en estos momentos como para andarse por las ramas que a este señor, qué pesado, le interesan. No voy a decirle a ese alguien que le recuerde al cardenal que nuestras familias son tan respetables como las demás porque eso no hace falta recordárselo a nadie, salta a la vista por sí solo, le pese a quien le pese, que es a él y a sus seguidores, primordialmente, a quien les pesa. Y a todos esos seguidores del cardenal les digo lo mismo sobre la homosexualidad que sobre el paro: el que no lo tenga en su casa, que lo espere. Y luego ya me cuentan.
Además de todo lo que dices, yo le diría a Rouco Varela, que gaste su energía en perseguir, a tantos de los suyos, que ejerciendo de sotana, abusas de niños inocentes, y al resto que nos deje en paz. a los ateos, a los homosexuales, y todos aquellos que no comulgan con él bajo palio.
ResponderEliminarUn beso, amigo.
Rouco intenta aprovechar la oportunidad del nuevo escenario político para imponer su ?moral? Y el ideario de una iglesia católica cada día más putrfacta y, afortunadamente, con menor influencia en la sociedad española. Rouco se desacredita en su discurso, como la mayoría de la jerarquía eclesiástica, por su demagogia y por su falta de equidad. Mejor se ocupaba de los casos de pederastia, o de los niños robados por religiosas y medico a sus padres. Eso si que es grave y le incumbe porque es responsable puesto que afecta a miembros de su organización. Pero como no tiene nobleza ni decencia prefiere desacreditarse cada vez que abre la boca. Y los que tienen que decirle que se calle son sus compañeros religiosos y los católicos de base, lo que pasa es que en la iglesia no hay democracia, y pretende que la democracia se someta al ideario de una confesión no democrática y regida por la gracia de dios. Jajaja
ResponderEliminarAlberto
Más le valdría a este pájaro con sotana, limpiar las iglesias de todos los países del mundo de pederastas. Eso sí que es aberrante.
ResponderEliminarJaione
No seré yo quien defienda a este señor, puesto que no es santo de mi devoción, pero tampoco me parece normal que cada vez que hablemos del tema de los curas, se recurra siempre a los que han abusado de los niños. Eso ha pasado, por supuesto, se ha demostrado, estoy de acuerdo, pero nunca se habla de los curas o las monjas que van a las misiones y ayudan a tantos niños y también mayores, poniendo en riesgo su propia vida. Tampoco se habla de la gran obra social que están llevando a cabo en los tiempos tan difícices que corren para todos, dando de comer a muchas familias en comedores sociales. Nunca he sido defensora del clero ni mucho menos pero al César lo que es del César, hay que ser un poco justos.
ResponderEliminarSuscribo la última opinión, también suscribo un poco la de que no hay democracia en la Iglesia. Somos muchos los cristianos de base que no comulgamos con las opiniones de la jerarquía eclesiástica no sólo en este tema, sino en otros muchos. Somos muchos los que trabajamos en parroquias pequeñas de pueblos o ciudades, muchos los que vemos el trabajo comprometido que hacen los curas, los curas sin más, sin título y sin poder que luchan por la justicia porque al final el plan de Cristo para el mundo era un plan de justicia y amor, y punto.
ResponderEliminarNosotros si podemos expresar en voz alta lo que pensamos, pero queda mucho por hacer y en eso vamos a seguir trabajando. Yo, por mi parte, no creo que puedan con la Ley del Matrimonio homosexual, ni la Iglesia, ni la jerarquía, ni el Parlamento, pero "ver veremos" dijo un ciego.
Leyéndote, Ovidio , no deja de sorprenderme una vez más - y he visto suficientes cosas , que canas tengo muchos , de hecho todo mi pelo es blanco - que todavía sigan pavoneándose Roucos y Varelas como en la época de mister Franck , arrogándose derechos sobre la vida ajena como los reyes de la moral y como autoridades supremas del bien y del mal , cuya único argumento para escupir sobre nuestros derechos es ese Dios ,el suyo, El indemostrable , el mismo que la ciencia no puede negar ni afirmar . Viendo otros lugares, países , como Inglaterra de quienes debería nuestro país tomar ejemplo , sigo sin entender esa fijación obseso-maníaca-ibero-hispánica de confundir derechos y sexo con la religión ; de mezclar la política con la religión;, de mezclar el sexo con la religión , de mezclar el agua con el aceite ... ni qué decir tiene que esa religión suele ser la cristiana católica " malentendida" ... ¿ no éste un estado aconfensional? si es así , ¿ por qué se les permite a estas caricaturas de dioses caducos e indemostrables darles tanta o más audiencia que al propio presidente del gobierno , el que sea ? Siguen metiendo la nariz en los asuntos de estado imponiendo sus dogmas , porque España no es capaz de separar iglesia del estado , porque nunca ha sabido hacerlo siquiera en tiempos de II República . Mencionaba antes Inglaterra , por poner un ejemplo, en este país sería impesable decir y hacer lo que esta élite sectaria dicen y hacen en España, así, públicamente, en aras de la política y amparados por ella ; sería impensable porque son dos mundos paralelos que coexisten y no tocan , no en materia de derechos , ni política, ni de sexo .Y allí donde la religión transgrede los límites de la política , se convierte en infracción y hasta en delito ; en España , como vemos, hay muchos roucos y otros varelas que utilizan la política como arma arrojadiza , el pp es una puerta de entrada más ... y mientras, el verdadero Dios,- el de los hombres y mujeres que han luchado y siguen luchado por nuestros derechos como gays,como lesbianas, como hombres, como mujeres, como personas - lo han echado a la hoguera .
ResponderEliminarDios y Estado . Dios salve ¿ pero a quién ?
Un abrazo cordial y afectuoso Ovidio, es un placer leerte
Como dicen todo el tiempo mis hijas, lo de Varela, y la banda sonora que sin duda lo apoya y en la que él se apoya, es absolutamente disgusting, asqueroso.
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