La primera película que vi de Almodóvar en el cine fue "Matador". Tenía catorce años y aquel espectáculo de amor y muerte me deslumbró por completo. Al año siguiente, en los Brooklyn, mis favoritos, aquellos cines que estaban situados al lado de la casa de mis padres y que hoy son un enorme y casi siempre vacío supermercado, acudí al estreno de "La ley del deseo" (entre medias, en la tele y en las cintas de VHS, ya había rescatado su filmografía anterior) y ni que decir tiene la fascinación que me provocó aquella historia de amor, aquellos besos entre Banderas y Poncela, aquella brutal actuación, la de Carmen Maura, aquellos colores, aquellos boleros, aquellos personajes... Aquellos sentimientos. Salí transformado del cine. Antes que yo, habían abandonado la sala varias personas completamente indignadas por lo que estaban viendo, la historia de amor entre dos hombres, la vida de una mujer, Tina Quintero, que antes había sido un hombre, los lazos que los unían. Estábamos a finales de los años 80 y aquello que podía verse con total naturalidad en las grandes ciudades, que ya por entonces soñaba con visitar, aún era visto como algo terrible en pequeñas ciudades de provincias por algunos sectores. Sabía que en la visión del mundo de aquel creador estaba parte de la mía. Almodóvar es una de las personas que más ha hecho por la aceptación de gays, lesbianas y transexuales en la sociedad precisamente por la naturalidad (tema fundamental) con la que siempre ha mostrado a las personas con esa condición. Pocos meses más tarde, llegó "Mujeres al borde de un ataque de nervios", película que le reconcilió con el gran público, incluso con algunos de aquellos que se salían de sus películas antes de que terminasen. Debí de ir al cine unas quince veces para verla (no exagero); luego, en casa, la revisaría otras tantas veces más. Esa película es un clásico indiscutible, te entusiasme o no el cine que hace Pedro. Después, cada estreno suyo consituía todo un acontecimiento. Hay algunas películas que me gustan más que otras, como es lógico en alguien que ya cuenta con un montón de películas dirigidas a sus espaldas. Me quedaría con multitud de momentos de sus cintas. Las cuatro interpretaciones de Carmen Maura más potentes de la filmografía de ambos ("¿Qué he hecho yo para merecer esto?", "La ley del deseo", "Mujeres al borde de un ataque de nervios" y "Volver"), la mirada de Victoria Abril en "Átame!", la poderosa presencia de Banderas y Loles en esa misma película, el personaje de Rossy en "Kika", el de Marisa en "La flor de mi secreto", el de Cecilia en "Todo sobre mi madre", el de Penélope en "Los abrazos rotos", aún más poderoso (por su complejidad) que el de "Volver", por mencionar sólo algunas... Miles de referencias: desde el color de la mayoría de sus películas a los guiños constantes al cine clásico, las referencias literarias, musicales o teatrales (Truman Capote y La Lupe, Tennesse Williams y Chavela Vargas, Divine y el flamenco más desgarrado, Gena Rowlands y Cassavetes, Andy Warhol y Alice Munro, Bette Davis y Caetano Veloso), el modo de ver el mundo, la presencia constante de la maternidad, los cielos y los infiernos del amor y del deseo, las ventanas que -pese a todo- siempre se abren, el (imprescindible) sentido del humor, la admiración absoluta por el cine y por la escritura, el látigo y el don de los que hablaba Capote y que siempre lleva consigo toda creación, incluso ese modo que ahora, desde hace unos años, se va transformando inevitablemente hacia la madurez creativa y personal. Me quedaría con miles de instantes de sus películas, ya digo. Y sobre todo me quedaría con esa emoción, aún muy viva, que se apodera de mí cada vez que se va acercando la hora del estreno de una nueva de sus creaciones. La magia de ese momento en el que se apagan las luces del cine y comienza todo.
Tu si que eres "Matador" wapisimo! Bsos
ResponderEliminarLau
Pedro Almodóvar ha adquirido una cualidad muy difícil de hallar en estos tiempos;la personalidad.El sello inconfundible de este director se podría apreciar en una secuencia sin haber presenciado la película completa.Hay un lenguaje propio(un sello inconfundible).Sin ese humor tampoco se alcanzaría esa profundidad indiscutible.Y mejora y evoluciona con el tiempo.Esperando tu reseña de la película recibe un saludo desde México Ovidio.
ResponderEliminar