domingo, 15 de septiembre de 2024

domingo, 8 de septiembre de 2024

Bravo por Almodóvar

Cuando se estrenó en esta ciudad 'La ley del deseo', en los desaparecidos cines Brooklyn, mucha gente abandonaba la sala a mitad de la proyección maldiciendo por lo bajo. Ese era el nivel entonces de parte de la sociedad ante una historia que mostraba la homosexualidad sin tapujos. Recuerdo esta anécdota a menudo, dados los revueltos tiempos que vivimos: sin caer en el pesimismo porque, a pesar de todo, el avance en las mentalidades es más que evidente. Aunque no convenga bajar la guardia en ningún momento.

Yo tenía entonces quince años. Y reconozco que viví aquello con cierto miedo. Ya sabía por experiencias propias y ajenas hasta qué punto puede llegar el odio, el fanatismo y la ignorancia. Ni que decir tiene que la película me fascinó. Como casi todas las que vendrían después de la mano del director manchego. Pero 'La ley del deseo' será siempre mi preferida por lo que supuso para aquel joven -con las ideas y los sentimientos muy claros- que estaba empezando a descubrir el mundo, y que otros mundos también eran posibles.
Por eso, entre otras cosas, me alegra su León de Oro. Y, aunque sea la primera vez que mi madre no pueda venir con nosotros a un estreno de Almodóvar y eso lo va a empañar todo de manera inevitable, estoy deseando que llegue el 18 de octubre para ver 'La habitación de al lado'.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Los tipos de gentileza de Yorgos Lanthimos

'Kinds of kindness' es cruel, salvaje, despiadada. Brutal. Yorgos Lanthimos  no se anda con medias tintas (no creo que lo haya hecho nunca), no le interesa quedar bien con el espectador mayoritario (¿por qué tendría que hacerlo?) ni mostrar el lado amable del mundo. Le gusta, eso sí, rodar con elegancia y que una buena fotografía lo ilumine todo. Que la buena fotografía ilumine el mal del mundo (también a los intérpretes, camaleónicos y sobresalientes), que sí existe, a diferencia del título de la última (y decepcionante) película de Ryūsuke Hamaguchi. El mal está en todas partes, no hay que ir a las zonas de guerra, cada vez más numerosas. Está ahí, a la vuelta de la esquina, en la cabeza de un señor de buen aspecto que se toma un vino blanco en la barra de un local lujoso y encantador, en una señora que se resiste a abandonar a una panda de chiflados con la que convive en una especie de secta macabra o en un marido que duda de que su mujer, tras un duro trance, sea realmente su mujer. Sí, el mal puede estar ahí, según Yorgos y su guionista, Efthimis Filippou. Y está. Como seguramente también está presente en algunos lugares de los que posiblemente no nos atreveríamos a dudar. No hay que ir a las guerras ya mencionadas o a la zona de interés, que nos contaba Martin Amis. Zonas oscuras, sombrías, despiadadas. Las que le interesan a Lanthimos y a  Filippouue. Las que el director muestra sin rubor. Esto es lo que hay detrás de un bonito paisaje otoñal, en el interior de un bar caro y elegante o tras las hermosas facciones de una entregadísima (de nuevo) Emma Stone. Lanthimos camina por el lado oscuro, oscurísimo. No hay que engañarse, parece decirnos. Las películas, incluso tan tremendas como esta, sólo reflejan una parte de lo que está al otro lado, la realidad que vemos cada día en las noticias, cómodamente instalados en la rutina y en esa impotencia ante todo eso que nos desborda (violencias de varios tipos, guerras, injusticias...) y a la que no sabemos muy bien cómo enfrentarnos. Lanthimos traspasa las barreras y coloca lo más despiadado ante nuestros ojos. No engaña a nadie. 

lunes, 2 de septiembre de 2024

La escritora Emma Prieto leyó este verano 'Mi madre y yo'

La escritora Emma Prieto leyó este verano 'Mi madre y yo' y lo comenta en su página de libros.
Siempre agradecido.

"Hay mucho dolor en este libro escrito por Ovidio Parades, tras la muerte de su madre. Y sin embargo hay también mucha vida en esta emocionante carta de amor y gratitud hacia ella. El autor adopta un lenguaje claro, sencillo, sin adornos, para hablarnos del tiempo pasado a su lado -ha sido ella una gran compañera en su vida- intercalando de forma certera y conmovedora presente y pasado. El libro se convierte también en testimonio de una época y en la búsqueda por parte del autor del consuelo y equilibrio que le proporcionan la literatura, el cine y la música." 



domingo, 1 de septiembre de 2024

Septiembre

Septiembre siempre es una incógnita. Septiembre y todo lo que viene después. El verano ha sido largo y complicado. Aunque no tanto como el del año pasado, todavía camino a tientas, agarrado del brazo de quien me sostiene incansable desde que mi madre se fue. Comienzo este septiembre leyendo unas palabras de la escritora Sigrid Nunez (de quien acabo de terminar 'El amigo', tan fascinante como 'Cuál es tu tormento'): "De alguna manera, ver morir a alguien es una historia de amor". Y, aunque resulte doloroso, estoy de acuerdo. Hay que ser muy valiente, pienso con la perspectiva de los meses transcurridos, para vivir esa historia de amor a la que se refiere Nunez. Aparte de esa valentía, hay que sentir un amor desmedido por la persona que se está despidiendo de este mundo. Creo que por eso nos cuesta tanto volver a ser nosotros mismos, si es que alguna vez lo logramos, después de ese complicado tramo. Septiembre ya no tiene la emoción de otros años, ¿qué sucederá en esta especie de nuevo año que hoy empieza?, pero no importa demasiado. Si algo importa, es que ese ligero aire que entra en esta habitación al abrir la ventana aún me reconforta en cierta medida. La incógnita de septiembre, si es que en algún momento lo hace, ya se irá despejando poco a poco, día a día. Sin mayores planteamientos.