Las redes sociales me recuerdan unas palabras que el escritor Manuel Astur escribió sobre mí para el diario El Comercio, tras una intensa y nada solemne tarde de vinos. Han pasado ocho años, y muchas cosas, pero me gusta recordarlo así.
"Su conversación pasa de temas cultos y profundos a otros más mundanos con gran naturalidad gracias a la total ausencia de esa pedantería por desgracia tan común en nuestro gremio y a algo a lo que tal vez podría llamarse divertida humildad: un modo de ver la realidad a través de un barniz con reflejos de una débil vanidad que intuyo en otros tiempos fue mayor, con cierto agradable y sabio desencanto y con mucho sentido del humor."
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