domingo, 24 de enero de 2016

Reencuentro (Microrrelato)

Le perdimos la pista hace mucho tiempo. Cuando todos en la pandilla empezamos la carrera, ella se marchó a estudiar lejos. Al extranjero, creo. Y en estos últimos veinticinco años no supimos nada de su vida. Sus padres también se fueron a vivir a otra parte. La otra tarde, a punto de comenzar la primavera, la encontré recorriendo las callejuelas del pueblo. Nos reconocimos enseguida. No había cambiado mucho. Siempre ha sido una mujer interesante. La madurez le está sentando bien. Estuvimos charlando un buen rato. Le dije que este sábado haríamos la primera comida de la primavera. Que vendría toda la pandilla. Los que quedábamos por aquí, claro. La invité. Aceptó. Y hoy, por fin, ha llegado el día, ¡qué largas se hacen algunas semanas! Hemos tenido suerte con el tiempo. Me preguntó por Carlos. Le dije que vendría. Que está separado y que tiene dos hijos. Se quitó las gafas de sol y sonrió. Dijo que traería unas botellas de cava, para brindar.  

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