miércoles, 9 de octubre de 2013

Un nuevo libro

Samuel abre la puerta de la editorial, sonriente. Al lado de su mesa de trabajo, están las cajas. Y en su interior, "Vivir en los cafés". Después de haber trabajado tanto en él, de haber ordenado minuciosamente los textos, de haberlo corregido hasta la saciedad, ahí está, mi nuevo libro, el quinto que publico. Produce una sensación extraña tenerlo entre las manos. Uno tiene la satisfacción del trabajo realizado y, al mismo tiempo, la incertidumbre de lo que ocurrirá con él. Supongo que son temores propios a casi todos los escritores. Lo coges, lo hojeas, lo hueles, lo manoseas y sientes que no es tuyo, que ya no lo es, que ya pertenece a otras personas, las que se acerquen a él y lo lean. Lo compren, lo cojan en préstamo de una biblioteca o de algún amigo... Siendo el mismo libro, habrá tantas variantes como lectores. Cada uno lo leerá de una manera diferente, en un lugar distinto. En el metro, en el autobús, en casa, en los ratos muertos del trabajo, en un parque, en un café (lo que, sin duda, resultaría del todo apropiado), mientras espera el comienzo de la proyección de una película... Quién sabe. Cada lector -con su correspondiente estado de ánimo y su carga de problemas o satisfacciones a cuestas- se identificará de un modo u otro con lo que yo he escrito en esta especie de diario sin fechas que ahora sale a la venta. ¡Cuánto ha llovido desde aquel 2001 en que publiqué el primero (escrito en asturiano)! Más de doce años... ¡Cuántas cosas han ocurrido en estos doce años! Es imposible hacer un balance, ¿de qué serviría, en todo caso? Las cosas van sucediendo un poco a su manera, elecciones del destino, por mucho empeño y esfuerzo que pongamos, que lo ponemos. Como dice Maruja Torres, uno avanza como puede en esto de vivir. No como quiere, cuidado, sino como puede. Pues eso. Quedémonos con lo positivo. ¿Para qué amargarse con lo otro?
Mucha gente me pregunta estos días los motivos por los que no publiqué nada desde aquel 2001 hasta el 2010, año de la publicación de "El extraño viaje",  con el que quise homenajear a la maravillosa película de Fernando Fernán Gómez y que también sirve para dar nombre a este blog. La respuesta es sencilla: no tenía editor. Algo que le pasa a mucha gente que escribe. Y que escribe muy bien. El editor de aquel primer libro, que por entonces era amigo mío (de hecho, lo éramos desde los cinco años), no quería publicarme nada en castellano, que era la lengua en la que yo tenía escrito los numerosos relatos en los que trabajé durante aquellos años (nunca he dejado de escribir, con editor o sin él). Así son las cosas. Y encontrar a un editor, como bien saben algunos escritores, no es algo tan fácil. El tiempo, como siempre, es el encargado de darle forma a algunas cosas y sentido a otras. Y de desenmascarar, por cierto, a los que son amigos de los que no lo son. Por mucha confianza ciega que hayas puesto en algunos de ellos. Desde los cinco años, incluso.
El caso es que el nuevo libro ya está aquí, publicado y presentado (maravillosamente, por cierto, por David Orihuela). Ahora, irá llegando poco a poco a las librerías de todo el país. Y a las manos de todo aquel que quiera hacerse con él. A quienes -definitivamente- pertenece el libro.  
 

3 comentarios:

  1. Enhorabuena. Cuenta con unos cuantos vendidos en Málaga. Espero que no me cueste tanto conseguirlo como el anterior. Echo en falta una foto de la portada en tu blog. Me pongo a la busca y captura de "Vivir en los cafés.
    Un saludo afectuoso, y un brindis con buen vino.

    ResponderEliminar
  2. Siempre la publicación de un libro es un buena noticia. Enhorabuena, sin duda lo leeré.

    ResponderEliminar
  3. Hola Ovidio! :-)

    He visto el libro ayer por casualidad en una librería de Oviedo y me ha llamado la atención el título. Al leer la contraportada, casi sin darme cuenta me encontré a mi misma yendo hacia la caja sin pensármelo dos veces :-) Llevo aproximadamente un cuarto y la verdad es que me está encantando. Tanto que me he puesto a indagar sobre quien es el autor! ;-) Enhorabuena!

    ResponderEliminar