viernes, 10 de junio de 2022

Los cien años de Judy Garland

El final del arco iris llegó pronto. No sé lo que Judy Garland se encontraría allí. Hasta entonces, mucho trabajo desde niña, emociones disparadas, depresiones, decepciones, adicciones, maridos, hijos y esos zapatos de rojo brillante que simbolizan el inmenso talento de una artista excepcional. Uno de esos pájaros heridos que se transforman en el escenario, bajo las luces, pensando tal vez que esos momentos pueden llegar a ser eternos. En realidad, artistas de su calibre deberían poder vivir así, lejos de la fragilidad siempre amenazante y de un mundo que día a día (noche a noche, madrugada a madrugada) devora a quien es más grande que la propia vida. Así quiero recordarla hoy en su centenario: rutilante, pletórica de voz y movimientos, símbolo de la auténtica genialidad.   

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