sábado, 12 de noviembre de 2016

La agonía de la luz

Cuando en la calle (como hace un rato, pude escucharlo desde aquí) un grupo de adolescentes borrachos lance insultos al aire y piedras contra un cristal o un árbol, puede que en el interior de una casa, en la habitación del fondo, haya otro adolescente que esté leyendo a Lorca y escuchando a Cohen. Mientras esto suceda así, tal vez no esté todo perdido. Creo que hoy la única revolución posible, como apuntó Dylan Thomas en su poema, es la de seguir luchando contra la agonía de la luz. Cada cual, evidentemente, a su manera. 

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