jueves, 7 de julio de 2011

Deseos

Marina Mayoral regresa a las calles de Brétema, el mítico territorio que ella creó hace treinta años, trasunto de su Galicia natal, con sus nubes -esas nubes que pasan, como escribió otro gallego ilustre, Cela- y sus cielos grises. Y lo hace con un montón de personajes, algunos de ellos viejos conocidos de su literatura. Muchos personajes que conforman las numerosas historias que tejen la novela, espléndida. Mujeres que guardan silencios, hombres que también lo hacen. Silencios que, a veces, pesan. Otras veces, muchas, son silencios necesarios, imprescindibles. Ah, los silencios. Qué importantes en la obra de Marina Mayoral. Esos silencios que están ahí, que se enredan fuertemente en la vida, que la complican o la hacen más llevadera. Lo que se cuenta, sí. Y también lo que no se dice: lo que hay detrás, lo que se intuye, tan importante también en la obra de la escritora gallega. Lo que se vislumbra detrás de los visillos, de aquellos visillos de los que también nos habló Carmen Martín Gaite. Lo que se vislumbra ahí y no se dice. Los secretos. Todos tenemos uno, por pequeño que sea, que no queremos compartir con nadie. "Todos tenemos algún secreto que no queremos que los demás conozcan, ni siquiera las personas que más quieres", dice una de las mujeres que conforman el mosaico de esta narración. Los secretos, tantas veces relacionados íntimamente con los deseos. Todo tipo de deseos. Más aún con los que se callan que con los que se nombran. ¡Cuántos deseos se van quedando ocultos, bajo lo más hondo de la memoria, arrinconados por el día a día, por la sucesión de los acontecimientos que conforman una vida! La propia Marina ha contado que la idea de esta novela surgió por una frase que le escuchó decir a una mujer, que estaba detrás de ella, en una aeropuerto. "Tú has sido lo que más he deseado en la vida", escuchó la escritora pronunciar a aquella mujer, que, cuando pasó un tiempo prudencial y se volvió para ver el rostro de la mujer que decía aquellas palabras, ésta ya había desaparecido. No se puede imaginar un deseo mayor. "Tú has sido lo que más he deseado en la vida". Está dicho todo. Y la escritora empezó a hilar, una historia con otra; deseos callados, ocultos, prohibidos, insatisfechos; viejos conocidos que prosiguen en estas páginas con sus peripecias... Deseos. Marina Mayoral, alternando con maestría la primera y la tercera pesona, ha creado un poderoso mosaico que vidas que van y vienen, que se cruzan, que buscan su sitio, que echan de menos el lugar que no hallaron o aquel otro que apenas duró unos instantes, que siguen adelante. Marina Mayoral ha dado otro importante paso en su impecable carrera literaria con esta novela. Cuando terminé su lectura, recordé aquellas palabras que Alice Munro pone en boca de uno de sus personajes femeninos: "Cuando un hombre sale de una habitación deja todo detrás, cuando una mujer lo hace lleva todo lo ocurrido en esa habitación con ella".

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