jueves, 7 de diciembre de 2023

Una bonita mañana

La vida de la protagonista, viuda y con una hija pequeña, se debate entre los cuidados a su padre, profesor de filosofía retirado que padece una enfermedad neurodegenerativa, y la relación con un hombre casado, antiguo amigo de la pareja. La enfermedad del padre le obliga a transitar de una residencia a otra (pública, privada, todas con ese punto depresivo y angustioso de quien se ve rodeado de enfermedad y muerte) y a deshacer la casa del filósofo, a desprenderse de los miles de libros que abarrotan sus estanterías. La historia con el hombre casado es un ir y venir característico de este tipo de relaciones. Todo se eleva y todo se tambalea, dependiendo del momento. Hasta ahí todo normal. Gente corriente, a pesar de su buen nivel cultural (trabaja como intérprete, su interés por la cultura también es evidente). ¿Qué hace de esta historia una película extraordinaria? Sin duda, aparte del trabajo de los protagonistas (soberbia y magnética Léa Seydoux), la mirada de la directora, Mia Hansen-Løve. La manera en que va enlazando imágenes, músicas y silencios durante casi dos horas. Dice la directora que escribió esta historia para acercarse a la enfermedad de su padre. Bien. Todas sus películas abordan temas autobiográficos, según ha contado ella misma.  Aunque eso no es relevante para el espectador. La autoficción no existe, escribió hace poco Enrique Vila-Matas. Pues eso. Lo que cuenta es lo que vemos, también lo que intuimos y sólo se nos muestra fugazmente, con delicadeza. Y todo ello conforma una película luminosa, pese a la enfermedad, que huye de la tiniebla, que busca esos reparadores rayos de sol de las mañanas bonitas, aunque a veces sean el anticipo de la otra cara de la moneda. O no. 

'Una bonita mañana' puede verse en Movistar. 

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