miércoles, 5 de julio de 2017

Contrastes

Los bancos de la plaza de La Escandalera están pintados con los colores de la bandera gay desde el miércoles pasado. Aunque ya los había visto en fotos, ayer pasé por allí. Fue a primera hora de la tarde. Hacía mucho calor, el sol apretaba con fuerza, apenas había gente allí sentada. Los colores de los bancos resaltaban con aquella intensa luz y le otorgaban a la plaza cierta alegría y cosmopolitismo. Se han pintado como un símbolo. El símbolo de una lucha y una reivindicación. Ambas cosas siguen siendo necesarias. Los símbolos, también. Por eso están pintados los bancos así. Es algo sencillo de entender si has sufrido discriminación por tu condición sexual y si tienes un poco de sensibilidad con los que la han sufrido (y la siguen sufriendo). Apenas había gente, ya digo. El calor no daba mucha opción, a pesar de que se trata de una plaza muy transitada. Una pareja de ancianos, bajo un enorme paraguas de color negro, arañaban un poco de sombra y veían a la gente pasar sentados en uno de aquellos bancos de colores. La oscuridad de sus ropas destacaba poderosamente. Curioso contraste. Las ropas negras y el arco iris. No sé si aquel hombre y aquella mujer tan mayores conocerían la historia del movimiento gay, los disturbios en el Stonewall y todo lo demás. Supongamos que no. Quizá por eso, y por alguna otra cosa más, aquella ráfaga de ternura me alcanzó durante unos segundos. Una de esas imágenes que se graban en tu cabeza sin necesidad de fotografías.   

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