sábado, 4 de marzo de 2017

La felicidad (o así)

No voy a andar contando aquí mis problemas, pero lo reconozco: ayer no tuve mi mejor día. Pero lo positivo de los malos días es que, de repente, todo puede cambiar. Vas al cine (el lunes hablaré de 'El viajante' en LaEscena, pero la recomiendo desde este mismo instante), sales con esa satisfacción que da siempre ver una buena película en pantalla grandedespués te tomas un par de vinos y la cosa parece que va mejorando. Entretanto, recibes la llamada de una amiga que te dice que se acaba de acordar de ti y que quiere saber cómo va todo. Y qué coño: te alegra que se acuerden de ti inesperadamente tus amigas. Para terminar, entre vino y vino, tu marido te regala esos cuentos de Daniel Monedero que tenías tantas ganas de leer y, aunque los problemas siguen ahí, todo cambia como por arte de magia. En el fondo, tampoco es tan difícil hacer feliz a un hombre (de letras). 

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