miércoles, 6 de enero de 2021

Quítate esos pájaros de la cabeza

De adolescente, aunque ya escribía algunas cosas, quería ser director de cine. "Ponte a estudiar y quítate esos pájaros de la cabeza", sentenció un día mi padre tras escucharme hablar del asunto. Hoy he soñado con ello, con dirigir una película, como un regalo tardío y fantasmagórico de la noche de reyes. En el sueño, me veía con la edad y el aspecto actuales. Rodaba el principio de la película. Sólo eso. Lo rodaba varias veces. Se trataba del comienzo de la historia. Tres actrices -Faye Danaway, Bette Davis y Joan Crawford, vestidas elegantemente y con la edad que tendrían en los 70- tenían que subir unas escaleras, mover un telón y salir a un escenario. Muy Cassavetes, ya. Detrás de ellas, aparecían otras tres (¿'Tres mujeres altas', de Edward Albee?): Elizabeth Taylor, Audrey Hepburn y una jovencísima Victoria Abril. Aunque se las veía a todas en esa secuencia repetida numerosas veces, era Faye, con el pelo recogido y ataviada con una especie de túnica oscura que dejaba sus hombros al descubierto, la encargada de mover aquel pesado telón, tras subir las escaleras, como si moviese una pluma. Y lo hacía, como no podía ser de otro modo, con estilo y elegancia. Al final, todo salía bien. La mano de Faye conseguía el efecto deseado y empezaba algo que en el sueño se quedaba ahí. Bette Davis fumaba como de costumbre y nadie se atrevía a impedírselo. 

"Ponte a estudiar y quítate esos pájaros de la cabeza". Recordé la frase de mi padre al despertarme. Aunque la vida es la encargada de quitarte los pájaros de la cabeza, está visto que en los sueños se resisten a desaparecer. 

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