domingo, 6 de julio de 2025

Homofobia

 Quería hoy escribir sobre la película de Gracia Querejeta, 'La buena suerte', basada en la novela de Rosa Montero, pero los cines se quedaron sin aire acondicionado y cerraron la sala donde la proyectaban. Así que tengo que hablar de homofobia, para variar. Lo que vivimos ayer. Decidimos, después de la negativa del cine, ir a comprar uno de esos cojines alargados para las espaldas de cincuentones. Allí estábamos. Rosa y azul. A escoger. A nuestro lado una pareja, hombre y mujer, más o menos de nuestra edad, estaban decidiendo sobre el mismo asunto. Ese, dijo el hombre. Ese era el rosa. ¿Dónde vas tú con esa mariconada?, sentenció la mujer. El hombre emitió una especie de gruñido a medio camino entre la risa y la falta de oxígeno. Nos largamos. 


A tomar una caña. Nos sentamos en una terraza, bastante alejados del resto. Qué más da. Hay gente que le encanta hablar a voces. Tres mesas más allá, cuatro mujeres entre 40 y 60 años y un tipo sobre los treinta y pico, modernillo, con uno de esos tatuajes que ocupan todo el brazo (describo su brazo, nada tengo en contra de la gente que se tatúa). Una de las mujeres estaba hablando de un chico joven, era la única que hablaba en tono normal así que no pudimos oír sus palabras. Sí, en cambio, muy nítidamente, las del tipo que estaba con ellas. Ese es, refiriéndose al joven del que la mujer hablaba, un mariposón. Jajaja. Las cuatro mujeres se rieron a gusto. Qué risa, tía Felisa. 

Más que malestar, lo que sentimos fue auténtica vergüenza ajena y bastante asco ante tanta ignorancia. En Madrid se celebraba el Orgullo, recordamos. Y también pensamos que no es que la caverna haya vuelto. Es que no se ha ido nunca, me temo.