Ya aliviados, tranquilos, serenos, después de tantos nervios y tensiones, no encuentro mejor manera de empezar este día que recordando la icónica imagen de Michelle Pfeiffer -que hoy está de cumpleaños, y aunque no lo estuviera aquí nunca la olvidamos- cantando sobre el piano. Comenzando una nueva etapa. Como en esas mañanas frías y soleadas de año nuevo en las que, pese a la resaca, no hay dolor: sólo muchas ganas de que sucedan cosas buenas, lejos de tinieblas y griteríos.
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