Ayer estuve viendo 'Un blanco, blanco día', de H. Pálmason, la historia de un hombre que acaba de quedarse viudo y de su nieta. La película narra, por un lado, la relación de complicidad que hay entre ambos, nieta y abuelo, lejos de toda ñoñería y representada en planos realmente hermosos. Por otro, y aquí viene lo más duro, los secretos que guardan algunas relaciones de pareja y el dolor que conlleva el descubrimiento, más tarde o más temprano, de esos secretos. El protagonista es un hombre herido por la pérdida. Y el hallazgo de esos secretos, tras la desaparición de la mujer a la que amaba, complicará aún más el proceso de duelo y todo lo que rodea la fragilidad en la que se ha convertido su existencia.
Dura, compleja, poética. Muy recomendable.
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