Mi madre tenía un paraguas rojo y, cuando estalló la tormenta, dejó que mi padre se cobijara junto a ella. Así comenzó todo. Mis padres antes de ser mis padres, ambos jovencísimos. Se casaron tres años más tarde. El 1 de agosto de 1970. El mismo día que, al otro lado del Atlántico, moría la actriz Frances Farmer. En las fotografías, se les ve guapos. También alegres y un poco asustados. Comen tarta, acercan las copas a sus labios, se dejan besar por sus familiares. Creo que casi todo el mundo aparece así en las fotografías de su boda, alegre y un poco asustado. Es inevitable. ¿Qué sucederá a partir de ese momento? ¿Irá todo bien? ¿Se podrán solventar las complicaciones que la vida te irá poniendo cada cierto tiempo? Imagino que son preguntas comunes a todas las personas que decidimos un día casarnos. Evidentemente, todas las respuestas tendrán diferentes matices.
Han transcurrido 50 años. Siguen estando guapos.
Luego sabré cómo se encuentran hoy.
¿Que cómo estoy yo? Alegre y un poco asustado. Supongo que también es inevitable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario