Porque aún recuerdo aquella tarde en una de las salas de los cines Clarín, Melanie. A solas con el bueno de Jeff. Porque algo salvaje estaba pasando, aunque no supiésemos explicarlo muy bien. Porque algo salvaje sabías transmitir con tu peluca morena, tu bisutería barata, tu naturalidad, tu inocencia y tu picardía que chica que jugaba a ser mala. Porque, después de todo, los primeros amores no se olvidan, y más si tienen lugar en una sala como las de aquel cine que ya no existe.
Por todo eso, Melanie, felices 63.
No hay comentarios:
Publicar un comentario