La vida es tan jodida en estos y en otros momentos que sólo tres cosas logran salvarte de la quema. Los ojos de la persona que amas, la voz de tu madre y la belleza, que, como es lógico, puede manifestarse de diferentes maneras. Un paisaje, un cuadro, un poema, una fotografía, una canción, un rostro... Los rostros de muchos hombres y de muchas mujeres. El rostro de Michelle Pfeiffer, que hoy está de cumpleaños. Observas ese rostro, observas su talento, y lo jodido de la vida queda aparcado durante un buen rato tres calles más abajo. No te digo nada si observas todo eso durante las dos horas que dura la película. Se apagan las luces y te dejas llevar. La belleza y el talento, que es otra forma de belleza. Todo queda detenido ahí. Vuelves a salvarte de la quema. Y luego, si quieren, que vengan a por nosotros. Cuánto de echamos de menos, Michelle.
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