otra navidad, esta navidad
la primera navidad que pasamos juntos,
recuerdo que tuve miedo al
pensar que todo aquello terminaría
cualquier noche y
cada uno regresaría,
con cicatrices hasta en los párpados,
al punto de partida.
aquella manera de mirar,
de desear la otra piel,
de beber vino en las tabernas,
de buscar el placer en callejones oscuros.
han pasado casi trece años.
y hoy, al despertarme
-aún sin rastro de luz
colándose por las rendijas-,
y besar su nuca
y rodear su cintura con mi
brazo derecho,
me he sentido un hombre afortunado,
alejado ya de aquel temblor.
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