Leo que un parque de Chamartín llevará el nombre de Verónica Forqué. Una noticia que es motivo de alegría, sin duda. Forqué fue una actriz con mucho talento, una gran cómica (cómica, esa palabra). Y, exceptuando esas depresiones que ella misma contó y los últimos tiempos que la llevaron a ese terrible desenlace, siempre recordaremos a Verónica así, con alegría. De hecho, en estas últimas semanas desde su partida, he pensado a menudo en ella. Qué talento. Sabía como pocas pasar de ese momento divertido a ese otro que ya deja de serlo por los motivos que sean. Ese dominio que también tienen Shirley MacLaine o Carmen Maura. La risa y cuando la risa se queda congelada. La risa en medio del esperpento. Recordemos la famosa escena de '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' con Jaime Chávarri y la Maura. O la risa para hacer más digerible el esperpento. Era una maestra en esto. Ahí está también el monólogo de 'Shirley Valentine', en teatro. Pese a los estragos de la vida, ella conseguía que sus personajes saliesen adelante. La poderosa alegría que también contagiaba cuando la veíamos hablar de sus cosas en las entrevistas. Casi hasta el final.
sábado, 15 de enero de 2022
El parque de la Forqué
Pienso que un parque es un lugar idóneo para llevar el nombre de Verónica Forqué. Un lugar donde vamos a pasear, a leer un libro, a sentarnos en un banco, a tomar apuntes, a ver a la gente pasar, a pensar en nuestras cosas. A tomar el sol. A tomar el aire. A sentir el frío del invierno en la cara. A desconectar.
Un parque con el nombre de la gran Forqué. Será uno de los primeros lugares que visite cuando pueda volver a Madrid. El parque de la Forqué.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario