Escribir es algo complicado y maravilloso. Escribir novelas, para mí, es adentrase durante meses en un territorio desconocido. Un viaje fascinante, pese a esas complicaciones, que a veces no sabes muy bien hacia qué lugares te llevará y otras veces lo sabes perfectamente. La vida discurre paralela a esa historia que vas creando, pero esa historia se apodera de todo. El día que pones el punto final te sientes liberado y triste a la vez. Aunque comience otro, y la vida continúe, ese viaje solitario ya ha terminado. Y comienza otro viaje. Un viaje compartido que te llevará hacia otras voces, hacia otros lugares.
LibrOviedo, hoy, es uno de esos lugares. Allí os espero. Os esperamos. Con David Orihuela y Esther Prieto.
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