Canta, Judy, canta. Canta ese 'Somewhere over the rainbow' que es parte de la banda sonora de nuestras vidas. Canta, Judy, canta hoy más alto que nunca, cuando ya se anuncia la inminente desaparición de los bancos arco iris de la Escandalera y la ciudad se vuelve aún más triste y apagada, pálido reflejo de lo que fue y de lo que pudo haber sido. Canta por las personas que ya no están y por las que estamos (cansadas pero estamos). Las personas que estuvimos (con nuestras diferentes sexualidades y nuestras manos alzadas con papeles que representaban la bandera multicolor por la que hay que seguir luchando) defendiendo la diversidad, la pluralidad, la tolerancia y el respeto. Un banco, ya lo he dicho y lo repito de nuevo, es un banco, y es mucho más que un banco. Es un símbolo contra el oscurantismo, la represión, el miedo, los golpes y los insultos. Un banco es también una manera de posicionarse ante la vida y ante los demás.
Canta, Judy, canta. Como entonces. Como aquel entonces que vuelve a ser este hoy.
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