sábado, 7 de mayo de 2022

Jane por Charlotte

Jane Birkin tiene setenta y cinco años. Su hija, Charlotte Gainsbourg, la graba con una cámara. Y lo recoge en el documental 'Jane por Charlotte'. Las arrugas en el rostro, las manos con manchas marrones, el andar sosegado. La voz no parece castigada. Mira a un lado a otro, pasea cerca de la orilla del mar, trajina por la casa, mueve la melena corta, se sienta. Y la cámara la sigue en todo momento. A la cámara le gusta la actriz y cantante, es evidente. Y las dos, Birkin y Gainsbourg, lo saben. Hablan mientras pasean o toman una copa de vino blanco en la playa, al atardecer. De Serge Gainsbourg, del paso del tiempo, del insomnio, de la enfermedad, de la música, de la infancia, de las relaciones amorosas, de la hija fallecida. Ahí algo se quiebra. En la voz y en la mirada de Jane. Dice que desde esa muerte, la de la hija, le gusta quedarse muchos días en la cama, sin hacer otra cosa que contemplar la pared, hasta pasadas las tres de la tarde. La fragilidad de las personas que han perdido a un hijo siempre es la misma. Hay algo que las delata. Un gesto, un movimiento, una mirada. Birkin no es una excepción. Ese dolor está ahí, traspasa esa cámara que tanto la quiere. El dolor y la verdad. El talento. La belleza de la vejez. Y la belleza de las palabras de una hija que no quiere perder nunca a su madre. Todo queda registrado en este sencillo, sincero y hermoso documental que puede verse en Filmin. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario