¿Provocación? ¿Dónde está la provocación? Siempre está en el ojo que mira, no en lo que se muestra. A los veinte años (principios de los noventa), en esta misma ciudad, llevaba el pelo largo, más allá de la media melena. Alguna gente decía: eres un provocador. ¿Yo?, preguntaba perplejo. En absoluto. Yo solo hacía lo que me daba la gana, llevar el pelo largo, sin molestar a nadie. La provocación estaba en el ojo que miraba. Como ahora, con el cartel de la película de Almodóvar, que me encanta y donde, una vez más, no veo provocación de ningún tipo.
Es tu ojo el que ve la provocación (siempre está en los mismos ojos y en los ojos que siguen la cuerda a esos ojos, ahí reside un problema mayor aún). No está en la imagen de un pezón.
Resulta un poco triste explicar estas cosas a estas alturas, la verdad.
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