Lo cierto es que uno tiene la sensación de que hay personalidades de la cultura que no van a desaparecer nunca. Quizá el deseo de que esto pudiese llegar a suceder es lo que hace posible esta especie de inocente teoría. Me pasó cuando murió Lauren Bacall, Elizabeth Taylor, Marguerite Duras, etcétera, etcétera. Y me acaba de pasar ahora con el señor Connery. Pero el momento llega, inevitablemente. Y nos sacude un poco más en este año bien repleto de sacudidas. No soy mucho de las películas de Bond, pero creo que no hay duda de que fue el mejor intérprete de la saga. Y también están las otras películas. Me quedaría, en un rápido repaso, con 'Marnie, la ladrona', 'Robin y Marian' y 'Los intocables de Elliot Ness'. Aquella presencia imponente en cines ya desaparecidos. Qué grandes momentos. Y qué lejano parece ya todo.
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