miércoles, 24 de abril de 2024

Un pájaro

Estaba ahí, en medio de ese campo, a su aire. Ajeno a mi mirada, a mi móvil, a todo. Estaba ahí, libre, a primera hora de una mañana inestable: frío, calor, sol, sombra. Pero. Siempre hay un pero, un contraste. La belleza siempre comparte espacio con la fealdad. Ese cansino y constante arriba y abajo. ¿Dónde estaba aquí el contraste? Justo al lado, a escasos metros. La fealdad, la tristeza, el dolor. Un hospital. Ese bloque de cemento y ventanas, de salas de espera y de consulta. El pájaro libre, a primera hora de la mañana, y ese edificio en el que entraba y salía gente con cara de preocupación, de sueño, de hastío. Me recordó -en menor medida, claro- al contraste de la película 'La Zona de Interés'. El jardín cuidado y el humo negro que asciende al otro lado del muro que separa el bien del mal, el árbol frondoso y el humo espeso, la víctima del verdugo, la belleza del horror. Me detuve ahí unos instantes. Luego, seguí mi camino. Con la imagen en la cabeza y en el móvil. Pasé al otro plano, ya sin enfoques ni fotografía

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