domingo, 14 de septiembre de 2025

Buscando veranos y árboles

Me cuentan varias amigas de diferentes edades que hablan con sus madres muchos años después de su muerte. Me parece bien que cada uno alivie su dolor como pueda, pero a mí eso no me da ningún resultado. No se trata de una conversación, evidentemente, sino de un monólogo, y lo que funciona como recurso teatral no lo hace en la vida real, por mucho que me guste Lola Herrera representando 'Cinco horas con Mario'. No me funciona a mí, insisto. Prefiero el silencio, ya sea caminando o en la soledad de mi estudio cuando cualquier tarea me cansa. Es así, en silencio, cuando contemplo fotografías del pasado y recuerdo aquellos momentos. Como tengo buena memoria (algo que no siempre resulta positivo), hay muchos detalles que siguen presentes. El mundo exterior se queda al margen. Lo único que me interesa en esos momentos son esos detalles que me hacen sonreír o llorar, que me reconfortan o me alteran. "Buscar en la memoria veranos y árboles", como escribe Olvido García Valdés en un poema. Sentir, en todo caso, que sigo vivo, pese al dolor. Que sigo aquí: escribiendo, disfrutando de ciertos placeres, planteándome muchas cuestiones y quitándole importancia a casi todo. Porque son muy pocas cosas ya, a estas alturas, las que tienen importancia. La verdad por delante y, como la escritura, mejor desnud