lunes, 20 de agosto de 2018

En un cine

Yo no quiero estar en un cine como en casa. Yo no quiero estar en un cine en zapatillas ni en pijama. Yo no quiero estar en un cine hablando ni escuchando lo que hablan los demás. Yo no quiero estar en un cine pendiente del móvil ni tampoco quiero que la persona que está sentada a mi lado lo haga. Y, mucho menos, yo no quiero estar en un cine comiendo (¡como si no tuviésemos bastante con las dichosas palomitas!) como si estuviese en la cocina de mi casa ni tampoco quiero que lo haga el resto de los espectadores. 
Para mí, esta moda que está llegando de comer en los cines es el horror. Simplemente. Si lo que pretenden es que las personas que amamos el cine nos quedemos en nuestra casa, lo están haciendo muy bien. Poco a poco, ya no me cabe la menor duda, lo conseguirán. 

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